Semana tras semana, y eso que cada vez parece más difícil, este Gobierno no deja de hundirnos más en la miseria en todos los niveles: sanitario, económico, laboral, reputacional… somos el hazmerreír del mundo. Hasta Trump se ha dado cuenta y se mofa de la gestión de los socialcomunistas. Si, también es verdad que él mismo tiene vergüenzas que tapar.
Pero vamos a hablar de mi querida España, que es lo que nos duele y nos preocupa. Ya lo dije la semana pasada: ha llegado el momento de decirle a Sánchez NO. La oposición debe encontrar el modo de sacarnos de esta sin seguir firmando un cheque en blanco a esta banda de incapaces en forma de prórroga del estado de alarma.
Yo les digo NO a Sánchez e Iglesias por su gestión sanitaria de la crisis. Si bien es cierto que afortunadamente las cifras de fallecidos y contagiados siguen una curva descendente, es igualmente cierto que no es mérito del Gobierno. Es mérito del sacrificio de los españoles: de nuestro personal sanitario y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en primer lugar y, en segundo, de los disciplinados ciudadanos que nos mantenemos en confinamiento.
No es aceptable que 50 días después sigamos sin tests: ni para los sanitarios, ni para los enfermos dados de baja, ni para los que se están reincorporando a sus puestos de trabajo. En definitiva, es que no hay test para nadie. Y lo más indignante de este tema es que no los tenemos porque no se compran. Hay varias empresas españolas que, ante la falta de demanda nacional, han comenzado a exportar test PCR homologados a países como Francia.
Si hablamos de economía la cosa se pone, si cabe, más sería. Estamos hablando de una caída del PIB de casi 15 puntos y un porcentaje de desempleo (con derecho a paro o no) del 25%.
Ante semejante hecatombe, lo lógico es que se pacte entre la mayoría de los partidos un paquete de medidas que intente mitigar el impacto del Covid-19. Pero esa no es la intención de este Gobierno. ¿A quién pretenden engañar? Lo pregunto de verdad. Si quisieran alcanzar unos pactos por la reconstrucción de España, hubieran pactado el proceso de desconfinamiento con la oposición y con los empresarios. No lo hicieron así, volvieron a tomar la decisión unilateralmente. ¡Ni que hubieran estado acertando hasta ahora!
¿Y con qué nos encontramos tras este plan de desconfinamiento de este Gobierno chapucero?
Nos encontramos con que esto se parece más a un plan de descalabro que de reactivación de la economía. Hosteleros y comerciantes han dicho mayoritariamente que no a este plan porque, con esas condiciones, no les salen las cuentas. Algo lógico y razonable para cualquier persona excepto para la ministra Ribera, quien además les invita a abrir aunque esto les suponga seguir perdiendo dinero. ¡Hay que tener poca vergüenza!
Es cierto que es una crisis difícil de gestionar. Es verdad que nadie estaba preparado para esto, pues no hay antecedentes. Es también indiscutible que hemos tenido la mala suerte de encontrarnos ante el peor contexto con la mayor banda de incompetentes posible.
Pero quiero terminar esta columna con esperanza: hay soluciones que nos ayuden a minimizar el golpe y alternativas para liderar la reconstrucción. Lo único que hace falta es que se pongan las pilas los partidos de la oposición.
Por ello yo les pido que en la próxima sesión parlamentaria en la que se debata la prórroga del estado de alarma le digan al señor Sánchez no. Un NO en nombre de muchos españoles que signifique NO es NO queremos que siga arruinando España.
Y es que ¿saben una cosa? El fin político de Sánchez, de Iglesias y del resto de socialcomunistas que les acompañan, será el inicio la reconstrucción de España. Su infortunio en este caso, su final, será nuestro resurgir.
Fuente..: okdiari.com [María Fuster 02/05/2020 01:17]