Medio Ambiente facilita a la Mancomunidad una herramienta que servirá para elaborar ordenanzas municipales con el objetivo de mejorar la gestión del alumbrado público exterior
Más del 30 % de la población de la provincia puede observar la Vía Láctea desde su propio municipio. En el caso de Los Pedroches este porcentaje se eleva al 100 %, es decir más de 53.000 habitantes lo pueden hacer. Ambos porcentajes destacan muy significativamente frente a la media europea que está en torno al 5%. Estos datos, facilitados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, "ponen de manifiesto la responsabilidad de los ayuntamientos, que componen la mancomunidad de Los Pedroches, en la preservación de este cielo, patrimonio natural, cultural y científico, tanto por su potencial como motor económico generador de empleo verde, como por el legado que supone para las generaciones andaluzas futuras".
Con ese objetivo y otros relacionados con el mismo, técnicos de la Consejería han presentado a los representantes de la Mancomunidad la guía Preservación del cielo nocturno en Andalucía. La guía servirá a los municipios para la elaboración de sus ordenanzas municipales, con las que se podrá gestionar el alumbrado público. "Dichas ordenanzas permitirán también impulsar un mercado emergente para las empresas de consultoría ambiental, apoyar la posibilidad de certificar la mayor calidad del cielo nocturno y ayudar a las firmas locales que quieran desarrollar actividades de turismo astronómico", indicaron desde la Administración autonómica.
Las mismas fuentes añadieron que gracias a estas ordenanzas se podrá "gestionar el alumbrado público exterior para hacer compatible la actividad humana en horario nocturno con la oscuridad natural de la noche, así como aplicar la normativa autonómica vigente en materia de contaminación lumínica a la realidad local". De esta manera, se busca hacer compatible el confort y la seguridad ciudadana con la oscuridad natural de la noche, apostando por unos sistemas de iluminación sostenibles dirigiendo el flujo luminoso hacia la superficie a iluminar, siempre de arriba hacia abajo, y mediante el empleo de un color de la luz adecuado, preferentemente cálido. "Con la aplicación de estos preceptos se asegura un servicio público de alumbrado de calidad, así como la reducción del consumo y del impacto sobre las observaciones astronómicas, la biodiversidad y la salud humana", sostuvieron las fuentes de la Junta.
Desde la Administración autonómica defendieron que Andalucía para potenciar la calidad del cielo como recurso natural, cultural y científico, es imprescindible mantener la oscuridad natural de la noche. "Lamentablemente, ésta se ve mermada por un diseño inadecuado de instalaciones de alumbrado exterior, en las que se consideran exclusivamente criterios técnicos o económicos, ignorando aspectos ambientales. Esta situación redunda de manera directa en un aumento del brillo del cielo nocturno, que dificulta las investigaciones astronómicas y puede causar daños a ecosistemas, provocando alteraciones en los ciclos vitales y en los comportamientos de especies animales y vegetales con hábitos de vida nocturnos", apuntaron las fuentes.
Desde la Consejería de Medio Ambiente se fomenta una iluminación sostenible; aquella que emplea la luz sólo donde, cuando y como sea necesaria. Esto implica, en primer lugar, decidir qué es oportuno iluminar y qué no y, en segundo lugar, acometer el diseño impidiendo la emisión directa al cielo, el deslumbramiento y la luz intrusa hacia las viviendas, así como evitar niveles excesivos de iluminación, ajustar el horario de funcionamiento y emplear el color de luz adecuado.
Fuente: eldiariocordoba.es