El presidente del organismo ha anunciado que Bruselas propondrá que los europeos dejen de adelantar o atrasar sus relojes
El horario de verano puede tener los días contados. Y no porque, como reza una popular saga, el invierno esté llegando, sino porque Bruselas está dispuesto a proponer que en la Unión Europea dejemos de cambiar la hora según se alargan o acortan los días. Lo ha confirmado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en declaraciones a la televisión alemana 'ZDF'.
Juncker zanja así un debate que lleva días resonando en los pasillos de la capital europea, tras saberse que la mayoría de los 4,6 millones de europeos que han participado en una consulta pública europea sobre el cambio horario se decantan por ponerle fin. "Millones de ciudadanos dijeron que ya no quieren seguir cambiando los relojes", ha argumentado Juncker. En la encuesta, más del 80% de los participantes -mayoritariamente alemanes- se pronunció a favor de suprimir el cambio de verano, optando entonces por seguir con el mismo horario todo el año.
No sin el apoyo de países y Eurocámara
La idea se ha debatido durante el seminario de dos días en el que este jueves y viernes se han reunido los miembros del colegio de comisarios al completo -el núcleo decisorio de la CE- para preparar el inicio de curso. Ahora, las palabras tendrán que transformarse en hechos. La Comisión Europea tendrá que presentar en un tiempo récord una propuesta legislativa para poner punto y final al horario de verano.
No obstante, esto no podrá hacerse salvo que los Estados miembros y la Eurocámara den su visto bueno a una medida que aún no ha sido debatida, pero que parece con cierta popularidad entre un sector de los europeos. En cualquier caso, será necesario también que se estudie los impactos -sociales, económicos, medioambientales, sanitarios- que puede tener una medida llamada a captar la atención de los europeos.
De llevarse a cabo, ésta puede ser la propuesta estrella del fin de la Comisión Juncker, quien ya ha anunciado que no se presentará a un segundo mandato. En mayo se celebran las elecciones europeas que darán comienzo a una nueva legislatura, por lo que si Juncker quiere que su propuesta salga adelante, tendrán que hacer malabarismos para presentarla cuanto antes para, al menos, encauzar el debate antes de que se paralice la actividad política en la Unión Europea de cara a los comicios.
¿Cambios en energía, seguridad vial, ocio...?
A día de hoy, todos los europeos atrasamos los relojes una hora el primer fin de semana
La mayoría de los Estados miembros de la UE tienen una larga tradición de acuerdos de verano, la mayoría de los cuales se remontan a la Primera y Segunda Guerras Mundiales o a la crisis del petróleo en los años setenta. En ese momento, los arreglos de verano estaban diseñados principalmente para ahorrar energía. Sin embargo, también ha habido otras motivaciones, como la seguridad vial, el aumento de las oportunidades de ocio derivadas de la luz del día durante las noches o simplemente para alinear las prácticas nacionales con las de los vecinos o los principales socios comerciales.
Los acuerdos de verano a nivel de la UE existen desde la década de 1980 y actualmente se rigen por la Directiva 2000/84 / CE. La Directiva establece la obligación de los Estados miembros de cambiar al horario de verano el último domingo de marzo y de volver al invierno el último domingo de octubre. El objetivo de la legislación de la UE sobre el verano era unificar los calendarios nacionales de verano existentes que eran divergentes, garantizando así un enfoque armonizado del cambio de horario dentro del mercado único.
Fuente.: elconfidencial.com