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Más de 300 vecinos protagonizan el Belén Viviente, que recrea 40 escenas bíblicas a lo largo del municipio. La organización calcula que sean 12.000 personas las que visiten el montaje.
Torrecampo fue ayer Belén. Esta pequeña localidad del Valle de los Pedroches mutó a primera hora de la tarde y se convirtió en un auténtico escenario de la Navidad cristiana, en el que tampoco no faltaron las escenas más tradicionales de esta comarca del norte de la provincia. Alrededor de 300 vecinos fueron los responsables de ofrecer una estampa viviente y dar a conocer las escenas del Nacimiento de Jesús que relatan los Evangelios. No en vano, el Belén Viviente representó hasta 40 escenas bíblicas, con lo que el visitante pudo hacer un recorrido desde La Anunciación a la Virgen, el Nacimiento en el pesebre o la Huida a Egipto.
Los responsables de este gran montaje son los integrantes de la Peña Cultural Belén Viviente y el de ayer fue el tercero que organizan desde 2012. Tras el parón de 2014, este año la peña ha decidido reanudar la actividad, con la que aspiran a que por Torrecampo pasen hasta hoy mismo alrededor de 12.000 personas atraídos por la singularidad del Nacimiento, según expuso a el Día su presidente, Adrián Pérez. Vestido de pastor hebreo, destacó la importancia de la iniciativa y de los beneficios que reporta a este municipio de 1.200 habitantes durante los dos días que se celebra el Belén. No en vano, las visitas superan las expectativas del sector hostelero de la localidad y también del comercial.
La participación desinteresada de los vecinos es el eje sobre el que se sustenta el montaje. No en vano, son ellos los que, junto a la peña, se encargan de su desarrollo y organización. Es más, muchos no dudan en participar y representar cualquier papel con todo el interés del mundo; unos personajes que en la mayoría de los casos repiten desde la primera edición del Belén. Una de ellas es María Antonia Ruiz, que desde ayer es una de las encargadas de la tienda de verduras del Belén Viviente, y que se ubica al lado del expositor reservado a las cardadora. "Viene mucha gente y hay mucha expectación", detalló la también tesorera de la peña. Y es que, otro de los atractivos de esta representación viviente es que los personajes no paran de hacer actividades. Con ello, los vecinos muestran las costumbres de la localidad y, por ejemplo, se realizan las labores de la matanza y se hacen también embutidos. La expectación y el interés por los foráneos está más que garantizado sólo con ello.
Dada la extensión del montaje -unas cinco horas cada día-, el Belén cuenta con hasta cuatro bebés que hacen de Niño Jesús en diferentes escenas. Uno de ellos es Miguel Andújar, un pequeño de apenas ocho meses e hijo de Consuelo Cantador, natural de Torrecampo, pero residente en Marbella (Málaga). "Siempre he colaborado en el Belén aunque ya no viva aquí", apuntó Cantador, quien ha transmitido ese amor por esta pequeña localidad pedrocheña a su otra hija, que ayer hizo de bordadora en el Nacimiento. Orgullosa de que su pequeño hiciera las veces de Niño Jesús, consideró que iniciativas de este tipo "dan mucha alegría".
La figura de San José también fue representada por varios vecinos. Uno de ellos fue Florentino Pozo. A sus 77 años, este vecino de Torrecampo protagonizó la escena del Nacimiento y aseguró que "lo que más me gusta de todo es la colaboración del pueblo y trabajar como los jóvenes". Tras pasar 47 años trabajando en Madrid, Pozo, según contó, decidió volver a Torrecampo para disfrutar de su jubilación. "Aquí hay poco ambiente y el Belén sirve para dar alegría", incidió.
"Todo va a ir de maravilla", sostuvo el alcalde de Torrecampo, Francisco del Castillo (PP), quien este año no ha podido participar en el Belén, aunque sí que lo hicieron su mujer y sus hijos. El primer edil aludió a la repercusión que tiene la localidad con esta apuesta navideña, al subrayar que sirve "para darnos a conocer y también para que sepan situarnos en el campo". Se trata, continuó, "de fomentar y dar a conocer nuestro patrimonio para que vuelvan y que sepan que tenemos buenas cosas".
El Belén también incluyó actuaciones musicales y un mercado navideño, a los que se sumó, como novedad una degustación de productos ibéricos y una exhibición de jotas de Los Pedroches.
Fuente: eldiadecordoba.es