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El kilo se ha desplomado hasta los 33 céntimos que está pagando Covap, pero las cooperativas están ya al límite
Los ganaderos cordobeses están viviendo una de las peores crisis de precios para la leche de vaca de los últimos seis años debido al fuerte descenso que se produjo el pasado mes de febrero cuando se pasó de pagarse 40 céntimos por kilo hasta los 31. «Nadie se lo esperaba ni entiende realmente la razón, pero de seguir así, el sector se va a ir a pique», advirtió Antonio Vigara, presidente de la cooperativa belalzareña Virgen de la Alcantarilla, quien señaló que en la provincia de Córdoba, al menos, se está manteniendo el tipo ya que Covap, a pesar de todo, está pagando a sus ganaderos a 33 céntimos y la sociedad de Belalcázar, a 32,5, «haciendo un esfuerzo enorme».
Por contra, en el centro y norte del país, los ganaderos perciben entre 29 y 30 céntimos por kilo, cuando el coste de producción medio se encuentra ahora a 32 céntimos, según recoge en sus informes la propia Junta de Andalucía. «Se trata de algo imposible de mantener», advierten desde el campo, lo que está llevando en otras comunidades a realizar movilizaciones, protestas y campañas para regalar leche prácticamente a diario, mientras que en Andalucía todavía se guarda silencio a la espera de tiempos mejores.
Se trata de un precio peligrosamente cercano al que el 22 de noviembre de 1999 provocó la «marcha blanca» organizada por Asaja-Córdoba en protesta por la crisis de los productores de leche y que se situó entonces en las 50 pesetas por kilo, o sea, 30 céntimos de los actuales euros.
La liberalización de la producción, es decir el fin de las cuotas lácteas, desde el pasado mes de abril, además de una multa que le impusieron a las industrias lácteas por ponerse de acuerdo en fijar los precios, «son las principales culpables de esta situación», explicó, por su parte, Miguel Cobos, secretario general de UPA-Córdoba. En su opinión, hasta entonces se podía hablar de precios estables y que cubrían el coste de producción, pero ahora «están bajando a una velocidad vertiginosa» producto de la nueva regulación que deja la fijación de precios al efecto de la oferta y la demanda.
Ganaderos por libre
En este sentido, Cobos comentó que los ganaderos que van por libre -que no están asociados a niguna cooperativa- son los que más van a sentir el impacto, al igual que las explotaciones más pequeñas y menos desarrolladas tecnológicamente hablando. Por esta razón, en Córdoba «estamos todavía aguantando algo», expuso . Y es que la gran mayoría de los ganaderos o pertenecen a Covap o pertenecen a la cooperativa Virgen de la Alcantarilla. Además, la provincia es de las zonas del país donde más se han modernizado las explotaciones con inversiones millonarias. Sólo durante el año 2014, Asaja tramitó casi cien expedientes para acceder a las subvenciones de mejora de la Junta por unos cinco millones de euros, mientras que en 2007 se tramitaron ayudas por 6,6 millones en 154 explotaciones y en 2008 fueron 168 expedientes por un importe superior a los 15 millones en inversiones públicas y privadas.
El problema está en que Córdoba no es una zona de pasto ni cuenta con extensiones de regadío asociadas a explotaciones para plantar forraje, con lo que «nuestra gran handicap es depender del precio de los piensos», que a Los Pedroches, asi como a Fuente Palmera, les afecta más que a un ganadero asturiano que tiene menos costes en el aspecto de la alimentación animal.
En 2015, año en que se esperaba la liberalización de la producción el preció se ha desplomado, y otra posible causa es el veto ruso que ha inundado los mercados europeos con una sobreproducción de leche y derivados por parte de países del centro de Europa, como Alemania y Holanda.
Fuente: sevilla.abc.es | j.m.c