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Cinco partidos se presentan en la localidad pozoalbense, donde los vaivenes en la Corporación paralizan la gestión municipal
Pozoblanco es un municipio en el que formar gobierno se antoja, desde hace años, un laberinto imposible de recorrer. El 24 de mayo cinco candidaturas concurren a los comicios con una única misión: dar estabilidad a una localidad perdida en las guerras políticas y bloqueadas por las minorías y la incapacidad para negociar. Los discursos de estas cinco fuerzas siempre tienen como base «la estabilidad». La consigna para convencer a los ciudadanos parece clara, pero la historia demuestra que en la práctica no es tan fácil.
Desde que Antonio Fernández -delegado de la Junta imputado en la actualidad- dejara la Alcaldía, la inestabilidad sólo ha tenido un parón de dos años, en los que sí es cierto que PP y PA apaciguaron los humos, pero no consiguieron por culpa de la mayoría sacar adelante presupuestos y proyectos vitales para el municipio. Los dos últimos mandatos han sido un rosario de despropósitos. Dos gobiernos deshechos y un Ayuntamiento navegando entre reformas de grupos políticos y administrativos.
No sólo ha habido dos cismas en el seno del gobierno, primero con Benito García como alcalde y luego con Pablo Carrillo como primer edil y el propio Benito García, ya lejos del PSOE, como primer teniente de alcalde expulsado. Es que en los últimos cuatro años, se han podido ver hasta siete cambios de Corporación. Porque la crisis de CDeI, que acabara con la mayoría absoluta que daba sentido a la moción de censura contra el PP, sólo fue un aviso de lo que estaba por venir.
Las últimas andanzas fueron el descabezamiento del PSOE, por Pablo Carrillo, y la intervención de una gestora, presidida desde Córdoba, para nombrar ejecutiva y elegir candidatura.
Por último, le tocó al PP aportar su parte al circo. Los enfrentamientos entre la ejecutiva local y la provincial acabaron con el candidato renunciando a pocos días del fin de plazo para presentar la candidatura y con la elaboración de una lista presentada a las 23.40 horas en el juzgado.
Vistos los antecedentes, los candidatos parecen tenerlo claro y todos apuestan «por la normalidad». Así, todos quieren renovar. IU se inventó la fórmula de Cambiemos que encabeza José María Moyano. Emiliano Pozuelo, líder del PA y que coqueteó con Ciudadanos, se ha pasado a formar una agrupación de electores: Pozoblanco en Positivo. El PSOE recurre a una joven histórica, Auxiliadora Pozuelo, que fue edil con Antonio Fernández y es la apuesta de la vieja guardia. El PP ha confiado la renovación a Santiago Cabello y CDeI sigue bajo el mando de Benito García, que ha dado entrada a gente joven en los puestos de arriba.
Fuente: sevilla.abc.es | j.j. Madueño