El temor estaba latente. Los vecinos de Villanueva de Córdoba temían por que la climatología no acompañara a la Virgen de Luna en su vuelta al Santuario de la Jara en la dehesa de Pozoblanco. Pero la Señora decidió que se calmaran las nubes para que sus devotos la pudieran llevar a su hogar con el sol en el cielo, la precipitaciones aguardando a que todo acabara y el viento suavizando el camino cuando soplaba entre las encinas de la dehesa que separa Villanueva de Córdoba de la Dehesa de la Jara, en el término municipal de Pozoblanco.
La tarde del sábado sirvió para rendir los últimos homenajes a la Patrona y entre misas, rezos y fiesta llegó la mañana del año que los jarotes nunca quieren que llegue. Sobre las 8.30 horas las campanas de la Iglesia de San Miguel anunciaban la salida. Los vecinos se aglomeraban a las puertas de la parroquia para ver, por última vez en este año, a la Virgen de Luna en Villanueva de Córdoba. Salió la Señora y emprendió el camino, largo y con frío, hasta el santuario. Los romeros acompañaron a la patrona durante los más de diez kilómetros de distancia que hay desde el municipio al Santuario, con parada obligada en el Pozo de la Legua al completar los seis primeros kilómetros de recorrido.
Con el polvo convertido en barro, por las lluvias que durante el fin de semana han estado cayendo sobre la zona, los romeros llegaron a La Jara al pasar el medio día. Sobre las 13.30 horas la Virgen aparecía sobre el camino real que pasa por la entrada del Santuario. Unos 5.000 devotos acompañaron a la Señora de Luna en su procesión alrededor del Santuario y en la tradicional misa sobre la puerta de la Hermandad de Villanueva. Tras los fastos religiosos, los devotos fueron a disfrutar de la romería, que aunque no es la principal del municipio porque este honor se lo lleva la romería de Traída de la Virgen de Luna. La de ayer congresga a muchos vecinos porque cae siempre en domingo, y en los últimos años en los momentos finales de la Feria del Jamón.
Durante el día de ayer las autoridades encargadas de la celebración aseguraron que había reinado el buen ambiente y que no se habían detectado incidentes durante toda la romería, pese a la gran afluencia de devotos que se produjo en el Santuario de la Jara, donde la campana no paraba de sonar de manos de los más pequeños.
La patrona estará en el Santuario hasta el próximo mes de febrero, cuando la cofradía de Pozoblanco vuelva a la dehesa a por ella para llevarla a Santa Catalina. Comenzará entonces de nuevo el ciclo. El domingo de Pentecostés, Pozoblanco volverá a llevarla al Santuario de la Jara para que, al día siguiente, Villanueva de Córdoba vuelva de nuevo a recogerla para llevarla a la parroquia de San Miguel. Hasta entonces, la Patrona de los dos principales municipios de Los Pedroches aguardará tranquila en el Santuario, en manos de sus camareras y con la eterna petición, por parte de Villanueva, de compartir los cuidados de la imagen durante el tiempo en el que se encuentra en el Santuario de la Jara.
Fuente: sevilla.abc.es [ J. J. MADUEÑO / Villanueva]